Llegadas estas horas, la mayoría esta durmiendo o pensando en hacerlo, salvo excepciones como de costumbre, pues hay mucha gente que habita la noche, debido a la coyuntura que sea.
Yo siempre he sido muy ave rapaz, la noche es esa dama que te encandila, que da rienda suelta a nuestra imaginación, normalmente colapsada por la rutina diaria.
Pero a veces hay que dejar de lado a una dama que aunque te gusta, no te hace ningún bien. Y es que estar escribiendo y ver al inocente de Tao, descansando, disfrutando de sus sueños, liberando su mente, cuanto menos da envidia. Pero hoy lo que despierta en mi son ganas de acompañarlo. Me acompañáis en mi visita a Morfeo?
